Todo lo que necesitaba…

Volvía del trabajo y no pudo evitar pensar en lo que se había convertido, en la persona tan diferente que era actualmente. Sabía la razón de ese cambio y aquello le dolía más de lo que podía expresar, su vida había sido completamente diferente desde el día que él llegó a su vida, la había cambiado hasta convertirse en alguien que no conocía, una completa extraña. Se miraba al espejo y no podía verse a si misma, solo podía ver su invención. Era una chica perfecta, lo había hecho por él, pero ser perfecta estaba sobrevalorado porque ella no podía soportarlo, se había rendido a él pero no iba a volverlo a hacer.
“Dejé que me controlaras pero no lo volverás a hacer” pensó mientras miraba la idea de mudarse, de sacar a relucir su verdadero yo y de no dejar nunca más que alguien la pudiera manipular como él lo hizo.
“Adiós querido Lucas, adiós” murmuró subiendo las escaleras hacia su habitación y empezar a hacer las maletas. Seguro que un nuevo comienzo era justo lo que necesitaba, sin nadie que la obligara a hacer nada y podría volver a ser ella misma. Simplemente, ella.